¿Existe alguna relación entre el verano, la imagen corporal y nuestra autoestima?

Muchas personas están esperando con ansia la llegada del verano -lee esta entrada del blog sobre la relación entre verano y salud mental- , buen tiempo y vacaciones. Sin embargo, también es una época del año donde existe una mayor exposición del cuerpo, y eso puede poner de manifiesto y/o causar distintas preocupaciones e inseguridades en las personas, dañando su autoestima -conoce más sobre la autoestima aquí– y limitando en gran medida el disfrute propio de esta estación de calor.

¿Es posible cambiar cómo te sientes con tu cuerpo?

La imagen corporal hace referencia a cómo te ves y cómo te sientes con tu cuerpo, y es una parte importante de la autoestima. Nuestra imagen corporal se crea en base a la percepción, valoración y comportamiento que desarrolla una persona respecto a su cuerpo. Por tanto, es la vivencia subjetiva de una persona hacia su cuerpo, y no el cuerpo en sí, lo que le generará bienestar o malestar. No es algo innato con lo que nazcamos, si no que se va construyendo a lo largo de toda nuestra vida, desde la más tierna infancia, según las diferentes experiencias y circunstancias que vayamos afrontando.

Es decir, hablamos de aprendizaje y, por tanto, estas actitudes y conductas en torno al cuerpo, que han sido aprendidos, se pueden modificar. Las personas podemos aprender a querer y valorar nuestro cuerpo.

Cómo cambiar tu actitud hacia tu cuerpo

Teniendo en cuenta que la imagen corporal es algo aprendido, se comprende la importancia del papel de todas esas percepciones que hemos recibido del exterior (familia, cuidadores, personas de referencia, sociedad, etc.), sobre todo de las personas en las que más confiamos.

Así, es indudable la influencia social recibida durante el crecimiento que, dependiendo de la época que nos haya tocado vivir, ensalzará unos modelos u otros (por ejemplo, hace un siglo estaba de moda ser blanca y redonda, mientras que en la actualidad es ser morena y delgada).

La cuestión es generar una actitud crítica que nos permita liberarnos de lacras, prejuicios, modas temporales, u opiniones parciales que nos hacen cuestionarnos como personas considerando sólo si nuestro cuerpo cumple unos requisitos determinados.

Algunos de los mensajes e ideas que se transmiten a través de los medios de comunicación y que pueden tener una influencia negativa en nuestra relación con nuestro cuerpo son:

  • Debes tener un cuerpo perfecto y delgado para lograr el éxito y la felicidad.
  • Puedes conseguir el cuerpo que quieres, depende de ti.
  • Existen medios para conseguir ese cuerpo ideal.

Ideas para tener una visión más sana acerca de ti mismo

A continuación te presentamos algunos consejos para intentar preservar tu autoestima en verano.

  1. Controla y gestiona la exposición a redes sociales y otros medios de comunicación:

Establecer límites en el tiempo y el contenido que hacemos de las redes te ayudará a protegerte del bombardeo de mensajes sobre los cuerpos y la imagen corporal que resulta perjudicial para tu autoimagen.

  1. Afrontar de forma consciente situaciones estresantes:

Visualizar posibles situaciones angustiosas (por ejemplo, ir a la piscina), identificar y trabajar en las emociones que esa circunstancia te puede generar y elaborar una serie estrategias de afrontamiento para cuando llegue el momento, te puede ayudar a disfrutar más y mejor de esas actividades y momentos,

  1. Rodéate y apóyate en tu círculo cercano de confianza:

El apoyo social es uno de los mejores factores de protección y mejores predictores de recuperación frente a diferentes problemas psicológicos como la ansiedad, depresión y trastornos de la conducta alimentaria.

Por eso, es importante contar con personas cercanas y de confianza que sean comprensivas y respetuosas y tengan una mentalidad inclusiva sobre la imagen corporal.

  1. Tómate tu tiempo y trabaja en estrategias para mejorar la autoestima:

En realidad, verano o cualquier otra época del año, es un buen momento para potenciar tu autoestima. Una forma de empezar a ser conscientes y hacer cambios es cuidar nuestro autodiálogo, es decir, las palabras y la forma en que nos hablamos a nosotros mismos.

Por ejemplo: “no soy capaz de adelgazar” u “odio mi cuerpo” es mucho más negativo y dañino que “me gustaría alcanzar un peso con el que esté a gusto”.

  1. Reconcíliate con tu cuerpo:

Desafía los pensamientos sobre cuerpos “perfectos” y la normatividad impuesta, así como tus propias afirmaciones sobre tu imagen y tu cuerpo y transfórmalas en otras más realistas, adecuadas y útiles.

Autoestima sana

 

Aunque es lógico y hasta esperable tener ciertos momentos más bajos de autoestima a lo largo de nuestra vida, no es sano ni debe normalizarse vivir con un autoconcepto y una autoimagen negativas. Si esto se mantiene en el tiempo, puede dar lugar a sentimientos como la ansiedad y la tristeza, poniendo en riesgo nuestra la salud mental.

En realidad, tener una buena imagen corporal solo se logra con un trabajo de aceptación y cuidado. Reflexionemos: ¿se podría cuidar de algo y/o alguna persona que no quieres?

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