La mediación es un sistema alternativo de resolución de conflictos. Pero es mucho más que eso. La mediación implica crecimiento, aceptación, comunicación, aprendizaje, respeto mutuo e inteligencia emocional. Es una vía pacífica y equitativa de afrontar los conflictos, intentando entender cómo se perciben y afrontan los problemas y las causas subyacentes desde una perspectiva colaborativa (trabajar con el otro y no contra el otro).
Es, por lo tanto, una herramienta ágil y eficaz para llegar a un acuerdo mediante un procedimiento confidencial y voluntario que favorece la comunicación, el diálogo y la negociación, minimizando los daños.