¿Qué es el trastorno de personalidad narcisista?
Probablemente hayas escuchado algunos comentarios o términos relacionados con el narcisismo, la personalidad narcisista o el trastorno de personalidad narcisista.
Pues bien, lo primero será diferenciar entre rasgos de personalidad y trastornos de personalidad.
¿Qué diferencia existe entre características de personalidad y trastornos de personalidad?
Los rasgos de personalidad hacen referencia a patrones de pensamiento, emociones y conductas que son relativamente estables en el tiempo y que lo diferencian de otros perfiles. Sin embargo, un trastorno de personalidad se desarrolla cuando estos rasgos son tan relevantes, inflexibles e inadaptados que comprometen el funcionamiento laboral y/o social de esa persona y conlleva un malestar significativo (tanto para estas personas como para su entorno).
En el caso que nos ocupa, puede haber muchas personas que posean rasgos narcisistas sin llegar a tener un trastorno de personalidad narcisista. Incluso puede que algunas de estas características sean funcionales y adaptativas en ciertas situaciones, mientras se mantengan en un nivel de intensidad adecuado y nos impulsen a conseguir objetivos (personales, profesionales, sociales). El problema ocurre cuando estos rasgos de narcisismo llegan a ser disfuncionales y lesivos para las propias personas y los que están a su alrededor.
¿Qué caracteriza a una personalidad narcisista?
En general, las personas con trastorno de personalidad narcisista se identifican por un patrón general de grandiosidad (en su imaginación y en sus conductas y comportamiento), una necesidad constante de admiración y una falta de empatía. Como todos los trastornos de personalidad, suelen comenzar a principios de la edad adulta y se manifiestan en diferentes contextos. En concreto, existen una serie de características y síntomas que lo definen, como pueden ser:
- Exageración de sus talentos y logros, con la intención de ser reconocidos como superiores por otras personas.
- Búsqueda de prestigio, privilegios y estatus.
- Desprecios o infravaloración de las capacidades y éxitos ajenos (suelen tratar a los demás como seres inferiores para sentirse que ellos lo hacen mejor).
- Autoestima vulnerable y muy sensibles a las críticas (pese a su aparente “fortaleza” y superioridad).
- Comportamiento abusivo con personas cercanas. Suelen aprovecharse de otras personas para lograr sus metas, pues sólo éstas son importantes y significativas.
- Incapacidad para valorar y/o apoyar en la toma de decisiones y consecución de objetivos de otras personas.
- Escasa capacidad de empatía. Son incapaces de identificar las necesidades de otras personas. Su egocentrismo les impide ver más allá.
- Relaciones interpersonales basadas en una actitud pretenciosa, arrogante y prepotente.
- Ilusiones o fantasías de éxito. Creen tener lo mejor de todo: la mejor casa, el mejor trabajo, etc.
¿Cómo es relacionarse con una persona narcisista?
Por todas las características que hemos definido se entiende que la relación con una persona narcisista es complicada y, en muchas ocasiones, dañina. La falta de empatía y su conducta egoísta hará que antepongan siempre sus intereses y, si consideran que alguien puede ser un estorbo en la consecución de sus planes, le criticarán y despreciarán. Sin embargo, la persona con personalidad narcisista es incapaz de reconocer cómo sus conductas afectan de forma negativa a las personas y relaciones que le rodean.
¿Cuáles son las causas?
Como en cualquier otro trastorno de personalidad, el origen de una personalidad narcisista es complejo, siendo una mezcla de factores biológicos (la conexión entre cerebro, pensamiento y conducta), genéticos (fuerte determinación genética) y psicológicas (como el ambiente familiar y social sobreprotector o de negligencia y de abuso).
¿Cómo lidiar con este tipo de personalidad?
Es muy poco frecuente que las personas con un trastorno de personalidad tipo narcisista busquen ayuda psicológica, pues no creen que tengan ningún problema. Es probable que, no sólo crean que no les es necesario, si no que la terapia puede parecerles una pérdida de tiempo. En el caso de que lleguen a acudir a un especialista de salud mental, suele ser por otros motivos, como puede ser la depresión o el abuso de drogas.
Muchas veces son las personas cercanas las que acuden al psicólogo para poder manejar de forma más saludable y adaptativa la relación conflictiva que mantienen con la persona con rasgos narcisistas.
En todo caso, la terapia psicológica puede ayudar tanto a la propia persona con características narcisistas como a su entorno a:
- Comprender mejor las causas de las emociones y conductas (tanto propias como de los demás) y poder regularlas.
- Mantener relaciones más agradables, sanas y gratificantes. Aprender a establecer y mantener límites.
- Fomentar un autoconocimiento real que permita tolerar mejor las críticas.
- Aceptar que la terapia puede ayudar a mejorar la autoestima y, en definitiva, el bienestar personal.
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