La Real Academia Española define el amor como “Sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser”, “Sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear” y “Sentimiento de afecto, inclinación y entrega a alguien o algo” (bueno, en realidad, estas son sólo las 3 primeras acepciones del diccionario). Aprovechamos que llega San Valentín para conocer la teoría triangular del amor.
Y es que el concepto de amor es muy complejo y variado; es una construcción social, que varía según la cultura, la época y también entre distintas personas. Aprovechamos que llega San Valentín para conocer la teoría triangular del amor.
Entonces… ¿Qué el amor?
El amor es un sentimiento, un vínculo afectivo que nos conecta con otras personas. Siguiendo al autor de la “Teoría triangular del amor” del psicólogo Robert Sternberg, podríamos definir el amor como un conjunto de emociones, sentimientos y valores que se dan en el contexto de una relación y que está formado por tres componentes: la intimidad, la pasión y el compromiso.
- La intimidad: hace referencia a la cercanía, vinculación y complicidad, sin necesidad de que exista pasión o compromiso a largo plazo. La intimidad parte de la capacidad exponerse, tal y como es cada uno, con la tranquilidad y la confianza de que exista una aceptación real.
- La pasión: se refiere al deseo y la necesidad de establecer una unión (no necesaria o exclusivamente sexual) con la otra persona, de querer estar junto a ella.
- El compromiso: es la decisión de mantener la relación y permanecer unidos. De forma inmediata sería la elección de amar a la otra persona; a largo plazo implicaría la intención de mantener esa elección, realizar planes de futuro y trabajar para conseguirlos.
Aunque estos componentes son independientes, no se desarrollan de manera aislada. Es decir, dependen unos de otros, aunque su evolución temporal y su peso dentro de una relación vayan variando.
¿Qué tipos de amor existen?
De la combinación de los tres elementos anteriores (intimidad, pasión y compromiso), que serían los tres vértices de un triángulo, Sternberg establece siete formas distintas de amar:
- Cariño o afecto: Cuando el componente principal es la intimidad, dando lugar a una relación cercana y de confianza, pero sin deseo de establecer relaciones íntimas ni compromiso como pareja. El claro ejemplo de este tipo de amor sería la amistad verdadera.
- Encaprichamiento: Existe solo o mayoritariamente pasión, sin intimidad o compromiso. Sería un tipo de relación más superficial. Por ejemplo, el “amor a primera vista”.
- Amor vacío: Habría un profundo compromiso de amar a la otra persona, pero ausencia de pasión o intimidad. Podría ocurrir, por ejemplo, en las últimas etapas de una relación duradera o en relaciones de conveniencia.
- Amor romántico o enamoramiento. En este tipo de relación predominan la intimidad y la pasión, pero no el compromiso. Sería un “amor de verano”, que normalmente desaparece cuando se dan ciertas dificultades o adversidades. Si se mantiene, podría acabar provocando el compromiso.
- Amor fatuo: Se caracteriza por la pasión y el compromiso, pero apenas existe intimidad. Sería el caso de las “bodas relámpago”, donde existe deseo y ganas de vivir experiencias íntimas, pero sin el factor estabilizador de la intimidad.
- Amor compañero: En este tipo de amor predominan los componentes de intimidad y compromiso, pero sin la pasión. Por ejemplo, se daría en parejas donde la atracción física, el deseo y la excitación apenas se manifiestan, pero existe un gran cariño y compromiso con la otra persona.
- Amor consumado: Es el amor completo, donde los tres componentes están presentes y se combinan representando una relación ideal. Es lo que la mayoría de las personas quieren conseguir, pero es difícil de alcanzar y de mantener.
¿Se trabaja el amor?
Como hemos comentado, el amor consumado o completo es complicado de conseguir, y mucho más de conservar. Según Sternberg, los componentes del amor deben traducirse en conductas y acciones, de tal forma que todos los componentes sigan activos y presentes.
Está claro que el valor de estos tres componentes irá cambiando y variando a medida que la relación pasa por diferentes fases. Sin embargo, conocer cuáles son estos ingredientes permitirá reconocer cuándo se debe trabajar más en alguno de ellos o, incluso, ayudar a las personas a decidir dejar una relación. Sin la expresión de estos tres componentes, hasta el amor más auténtico y real puede desaparecer.
Las relaciones de amor, como todas las relaciones interpersonales, necesitan de diferentes cualidades y habilidades para permitir un sano desarrollo y el fortalecimiento tanto del inicio como de la continuidad y la permanencia.
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