La sexualidad es una parte central de todas las personas a lo largo de nuestra vida. Comprende muchos aspectos como son el sexo, la identidad de género, el erotismo, el placer, la intimidad, la reproducción y la orientación sexual. La sexualidad se aprecia y se expresa mediante formas muy diversas: pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, conductas, prácticas,…

Por tanto, la identidad sexual, la identidad de género y la orientación sexual son partes fundamentales que componen nuestro ser. Todos tenemos un sexo, un género y una orientación. Y aunque son términos muy relacionados, son conceptos diferentes. Pero ¿en qué se distinguen?

 

La identidad sexual

La identidad sexual es el sexo biológico asignado al nacer. Se corresponde con las características físicas y biológicas, que incluyen los genes (XX para mujeres y XY para hombres), hormonas (andrógenos, estrógenos, progestágenos, testosterona, …) y partes del cuerpo (por ejemplo, los órganos genitales) con los que nace la persona.
Según este criterio, se diferencia a las personas en hembras o machos. Sin embargo, algunas personas no encajan en esta dicotomía (por ejemplo, por causas hormonales durante el embarazo), clasificándose entonces como intersexuales.

 

La identidad de género

Para poder abordar este concepto, resulta necesario aclarar qué se entiende por género. El género se refiere a las funciones, comportamientos, actividades y atributos que cada sociedad considera adecuados y convenientes para los hombres y las mujeres. Es decir, las creencias y reglas informales que cada cultura establece sobre cómo las personas deben actuar según sean mujeres u hombres. Por lo tanto, las expectativas sociales y culturales van a tener gran influencia en el género.

La identidad de género hace referencia al propio sentimiento sobre el género. De este modo, una persona se puede identificar con una identidad femenina, masculina o andrógina (en este caso, existirían rasgos tanto como femeninos como masculinos por igual, sin existir dominancia de ninguno de ellos). Se manifiesta en cómo actuamos, nos relacionamos o nos sentimos.

En la mayoría de los casos, ambos conceptos (identidad sexual e identidad de género) se encuentran alineados. Es decir, una persona a la que se le asigna el sexo “mujer” coincide con un sentimiento femenino, de niña o mujer. Esto es lo que se denomina cisgénero.

Sin embargo, en otras ocasiones ambos conceptos no concuerdan. En estos casos, la identidad de género y la identidad sexual difieren (por ejemplo, una persona se siente hombre, pero su sexo se corresponde con una mujer), y se denomina transgénero.

 

La orientación sexual

La orientación sexual es un deseo y atracción emocional, romántica, sexual o afectiva duradera hacia otros. Esta orientación sexual se extiende a lo largo de un continuo que va desde la heterosexualidad exclusiva (el deseo se dirige hacia personas del sexo contrario) hasta la homosexualidad exclusiva (la atracción es hacia personas de su mismo sexo). Por supuesto, existen diversas formas intermedias de bisexualidad, que se pueden denominar gay (aunque generalmente se utiliza para hombres, también serviría para mujeres) o lesbianas (término que se refiere sólo a mujeres).

La orientación sexual viene determinada por una compleja interacción de factores biológicos, cognitivos y ambientales. En la mayoría de las personas, surge y se moldea a principios de la adolescencia. La orientación sexual no se puede cambiar porque no es una cuestión de elección; lo que sí se puede abordar es la aceptación y revelación de la propia orientación.

Para algunas personas homosexuales o bisexuales este proceso de “destape” puede resultar difícil, ya que existe una mezcla de sentimientos de miedo, inseguridad y soledad al darse cuenta de que su orientación sexual es distinta de la norma dominante en la sociedad.

Es importante señalar que la orientación sexual (sentimientos y concepto de uno mismo) es distinta de la conducta sexual. Las personas pueden expresar y manifestar su orientación sexual mediante sus comportamientos, conductas y actitudes o no hacerlo.

 

Conclusiones

Este post es un acercamiento muy básico a algunos conceptos fundamentales sobre la diversidad sexual. El conocimiento y la información nos permitirá en primer lugar, conocernos a nosotros/as mismos/ y nuestra forma de interactuar con el mundo. Además, nos ayudará a ampliar nuestra mirada, romper estereotipos y estigmas y fomentar el respeto. Es fundamental para prevenir la violencia por orientación sexual e identidad de género. Conocer las diversas realidades y el respeto hacia todas ellas, contribuirá a conseguir una sociedad más agradable, libre, plural y feliz para todos.

 

Interior identidad sexual Sagüés Psicología

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