Estamos en el mes de febrero, el mes del amor por excelencia, marcado principalmente por la festividad de San Valentín.

En otras ocasiones ya hemos hablado sobre lo que es el amor (puedes leer aquí) y la importancia de quererse a uno mismo (por ejemplo, en este enlace). En esta ocasión vamos a profundizar sobre las etapas por las que transita el amor, sus características y duración, ¡descubre cuáles son!

El amor

El amor, además de un sentimiento, es una construcción conjunta por parte de la pareja en la que se atraviesan diferentes momentos.

En general, podemos hablar de cinco fases en el amor propuestas por Jed Diamond: enamoramiento, inicio de la relación, decepción, superación de la crisis y amor real, y transformación.

La duración de cada una de ellas no es algo fijo y estable; de hecho, tampoco las etapas son lineales. Es decir, avanzar en las distintas fases no significa que no se pueda volver a las anteriores, sobre todo si no cuidamos el progreso.

Las 5 fases del amor

  1. Enamoramiento

Sería la etapa que identificamos con “mariposas en el estómago”, aquella en la que las personas enamoradas sienten un fuerte deseo y atracción hacia la otra, junto con una gran necesidad por mantenerse siempre juntos, no queriendo alejarse o mantener distancia física.

Esta fase está dominada por las hormonas vinculadas al bienestar y la felicidad (endorfinas y dopamina, entre otras reacciones químicas), por lo que es el periodo más placentero, sencillo y estimulante.

En esta “luna de miel”, los miembros de la pareja enfatizan su lado más romántico y se sienten fuertemente atraídos el uno por otro. Además, se mantiene la ilusión de que la relación durará para siempre, superando cualquier problema, con una idealización de la otra persona (dificultades para encontrar defectos).

Podemos encontrar diferentes momentos dentro de esta fase:

  • La atracción sexual. Se podría decir que es la que conocemos como “gustar”.
  • Hipervaloración. Es la idealización del otro.
  • Apropiación del otro. Deseos de poder incorporar a la otra persona en su propia vida.
  • Reciprocidad en el enamoramiento. Los sentimientos de enamoramiento son mutuos, sintiendo gran felicidad por ser correspondidos.
  • Final del enamoramiento. El sentimiento de pasión y atracción física empieza a disminuir. También se reduce la idealización hacia el otro miembro de la pareja, empezando reconocer los defectos y carencias del otro.

 

  1. Compromiso: el inicio de la relación

El poder de las hormonas en esta etapa disminuya, dando paso a una decisión más racional de continuar junto al otro, adquirir responsabilidades con la otra persona y esforzarse porque la relación se mantenga y funcione.

De este modo, aumenta la conexión emocional y el vínculo afectivo se hace más fuerte, dando lugar a una relación más íntima y profunda.

Durante esta fase se comienzan a materializarse los planes de futuro que habían sido idealizados en la etapa de enamoramiento. Por ello suele ser común que se tome la decisión de vivir juntos, formar una familia o emprender otros proyectos conjuntos nuevos.

  1. Desilusión

Durante esta etapa de decepción, se hacen conscientes los defectos y carencias de la otra persona, acabando con esa imagen idealizada que teníamos. Por este motivo, son frecuentes los sentimientos de irritabilidad y las discusiones.

Es una fase crítica en el amor, pues nos permite conocer la verdadera naturaleza del otro y enfrentar la realidad de la pareja. Aunque exista una gran conexión, también pueden aparecer dudas sobre si la decisión tomada ha sido la correcta y el futuro de la relación.

Podríamos decir que es un punto de inflexión donde se enfrenta la realidad -donde no todo es como se quiere o espera- y se toman decisiones para aceptar al otro tal cual es. En este punto muchas relaciones fracasan y se terminan.

En este punto, muchas relaciones fracasan y se rompen. Sin embargo, aquellas que continúan suelen entender lo que es el “amor sano”, donde somos completos sin el otro, pero escogemos mantener la relación desde la elección y no la necesidad.

  1. Amor real

Tras superar la desilusión, la pareja logra construir una relación más estable y auténtica a pesar de las discrepancias. Ya no existe una idealización del otro, por lo que las personas se muestran tal y como son, aceptándose y valorándose por ello.

Esta aceptación y compensación hace que se alcance un amor caracterizado por la estabilidad y la seguridad.

  1. Capacidad de cambiar

En esta fase de transformación, los miembros de la pareja saben que, a lo largo de la vida, tendrán que afrontar situaciones y circunstancias difíciles, y juntos tendrán que superar esas adversidades evolucionando y transformándose. El vínculo entre ellos es muy profundo, apoyándose en todas las problemáticas que puedan surgir.

Fases para un amor completo

Conclusión

El amor, entendido de este modo, no es sólo una emoción, si no que es algo que se aprende y se practica. Es un proceso de desarrollo y crecimiento constante, tanto personal como de pareja, para construir una relación sana y auténtica.

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