¿Qué es la dependencia emocional?

La dependencia emocional consiste en un patrón psicológico que se caracteriza por una necesidad desproporcionada de otra persona, temor a la separación y dificultades para tomar decisiones y/o expresar desacuerdo por miedo al rechazo, entre otras cosas.

Suele dar lugar a relaciones poco sanas, donde la persona, con un miedo excesivo a que la relación se termine en algún momento, acaba renunciando a su libertad y necesidades (anulándose a sí mism@) a favor de su pareja, familia o amigos.

 

¿Cuáles son los signos o síntomas característicos de la dependencia emocional?

  • Necesidad excesiva de la otra persona.
  • Miedo a estar a solas; dificultades para tolerar la distancia física o emocional.
  • Exigencias desmesuradas de muestras de cariño (lo contrario se interpreta como falta de interés y amor).
  • Dejar de lado los propios intereses, necesidades y preferencias para adaptarse a la otra persona (actitud pasiva y sumisa hasta el punto de “dejar de ser uno mismo/a”).
  • Miedo exagerado al abandono.
  • Ansiedad por la relación: llanto, impotencia, dificultades de sueño, …
  • Pérdida de autoestima y sentimientos de incapacidad.

 

¿Cuáles son las causas?

Existen diversos factores que se relacionan con el desarrollo de relaciones afectivas de dependencia emocional:

 

Interior dependencia emocional Sagüés Psicología Oviedo

 

 

  • Mitos del amor romántico: el tópico de “le media naranja”, “los celos por amor” o la “omnipotencia del amor” favorecen relaciones desequilibradas, disfuncionales y poco sanas donde se tiende a la idealización y el mantenimiento de unas expectativas irreales e inalcanzables.
  • Historia de sobreprotección: como ya comentamos en esta entrada de blog, el tipo de vínculo de apego que establezcamos con nuestros cuidadores principales va a tender a mantenerse a lo largo del tiempo y a generalizar y determinar otras relaciones futuras que vayamos estableciendo (amistad, pareja, etc.).

Las conductas de sobreprotección de nuestras figuras de apego pueden conllevar dificultades para el correcto desarrollo de la autonomía, la independencia y la propia identidad, lo que puede convertirse en el detonante de relaciones de dependencia.

  • Experiencias infantiles de cuidados negligentes (abandono, apatía, desgana, falta de atención, …)
  • Problemas en la regulación emocional (ansiedad, depresión, sentimientos de soledad, …
  • Esquemas cognitivos vulnerables: representaciones internas negativas sobre uno mismo y sobre los demás que actúan como “filtro” para interpretar la realidad.

 

 

 

¿Cómo superar la dependencia emocional?

Si te preguntas si la dependencia emocional se puede superar, la respuesta es sí. El primer paso es identificar y reconocer el problema, para posteriormente detectar sus causas y trabajar sobre ellas para poder abandonar ese patrón de relaciones y establecer otros esquemas nuevos más sanos. Cinco claves en este proceso serían:

  • Tomar conciencia. Implica aceptar qué tipo de relación se tiene, darse cuenta de que no funciona y, por tanto, es algo que no se puede mantener y hay que modificar.
  • Reconocer lo sufrido. Pensar en todos los esfuerzos que se han hecho llevados por esa dependencia desproporcionada.
  • Incrementar la autoestima. Generar confianza y seguridad en uno/a mismo/a es la mejor manera de comprender qué nos ha pasado y no volver a cometer los mismos errores en el futuro.
  • Formular un cambio. Es importante comprender que una relación de dependencia funciona como cualquier adicción y, por lo tanto, conlleva un Síndrome de Abstinencia (ansiedad, pensamientos obsesivos, insomnio, conductas impulsivas que buscan el contacto, etc.). Estas sensaciones irán disminuyendo a medida que superemos la situación conflictiva. Es posible que necesites un tiempo de “contacto 0” en ese proceso de “desenganche” para vencer la necesidad de estar con esa persona y romper con la dependencia.
  • Aprender a estar solo/a. Dar el tiempo suficiente para sanar y recuperar nuestro propio yo.

 

Conclusión

Desde la psicología se puede acompañar en este proceso, diagnosticando el problema y ayudando y apoyando a la persona para la constitución de nuevas relaciones y una nueva vida sin dependencia emocional.

Si te has sentido identificado/a con este artículo, esta situación te genera malestar y/o la dependencia emocional está afectando a tu relación de pareja, la terapia psicológica te puede ayudar a superar esta dependencia, potenciar tu autoestima y generar una sensación de alivio y libertad. ¡Te podemos acompañar en todo este proceso para conseguir nuevas, sanas y mejores relaciones y vínculos emocionales!

Como dijo Mario Benedetti: “La mejor manera de ser feliz con alguien es aprender a ser feliz solo. Así la compañía es una cuestión de elección y no de necesidad”.

 

 

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